Cobertura
Las operaciones de cobertura surgen por la necesidad de reducir o
eliminar el riesgo que se deriva de la fluctuación del precio del activo
subyacente.
Como regla general, una posición compradora o "larga" en el
activo subyacente se cubre con una posición vendedora o "corta" en
el mercado de futuros.
La situación inversa, es decir, una posición "corta" en el
activo subyacente, se cubre con una posición compradora o "larga"
en el mercado de futuros.
Especulación
Se trata de una actuación que pretende obtener beneficios por las diferencias
previstas en las cotizaciones, basándose en las posiciones tomadas según la
tendencia esperada. El especulador pretende maximizar su beneficio en el
menor tiempo posible, minimizando la aportación de fondos propios. Cuando se
posee o se prevé detentar una posición firme de contado y no se adopta
cobertura alguna, también se está especulando. Dicha actuación debe
calificarse de especulación pasiva o estática, a diferencia de la anteriormente
enunciada, que se refiere a especulación activa o dinámica.
El elevado grado de apalancamiento financiero o "efecto leverage" que se consigue en los contratos de
futuros hace especialmente atractiva para el especulador la participación en
dichos mercados; por ello, quienes realizan operaciones de carácter
especulativo dinámico saben que el importante efecto multiplicativo de las
plusvalías va a resultar muy gratificante cuando se prevea correctamente la
tendencia de las cotizaciones. Precisamente por el alto grado de
apalancamiento que incorporan los contratos de futuros y por su evolución de
carácter simétrico respecto a la generación de pérdidas y ganancias, los
especuladores deben conocer que el mismo efecto multiplicativo, pero en
sentido inverso, se produce al prever erróneamente la tendencia de las
cotizaciones, siendo por ello conveniente adoptar medidas de precaución como
complemento de la operación especulativa.
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